Una época muy esperada por muchos
pescadores a mosca. Las eclosiones otoñales de
hormigas aladas son una importante dieta para los peces.
La tardanza de este año en la llegada de las lluvias, ha
retrasado considerablemente los ciclos biológicos de muchos animales, incluidos
muchos insectos como las hormigas, y por
ende, la época hábil de la pesca de los ciprínidos, carpas y barbos
principalmente, que son algunos de los que se nutren de ellos en los ríos y
embalses de toda España.
No obstante, nosotros los pescadores a mosca, esperábamos
con ilusión a que el tiempo cambiase y se adelantasen estas primeras e
inaugurales jornadas de lluvias otoñales, para reencontrarnos de nuevo con nuestras
esperadas y ansiadas hormigas aladas, que aprovechan y se sirven de esta circunstancia
tan especial de temperatura y humedad, para salir de sus nidos y volar ya
fecundadas junto a otros congéneres a la búsqueda de nuevos lugares lejanos y bien distanciados de
aquel en el que nacieron, para fundar nuevas colonias dentro de nuevas moradas
donde sus prolíficas y productivas descendencias vivirán para aumentar su
número, mientras la fructífera reina y soberana de la colonia continúe acrecentando
su especie.
Continuando así, año tras año, con su ciclo de vida transitiva y
hereditaria tal y como lo llevan haciendo desde hace millones de años.
Son
muchas las especies de animales, aves, pequeños mamíferos y también peces, quienes
se aprovechan de este especial acontecimiento, obteniendo así un extra en su
sustento que les aportará las energías suficientes para poder pasar con garantías el nuevo
invierno que está al llegar.
Trascendental y significativo para muchos peces
que se están ya preparando para pasar esta dura estación, que es
indiscutiblemente aprovechada por muchos pescadores para salir favorecidos.
Especialmente, los pescadores a mosca, por
utilizar ciertas imitaciones de estos insectos y tratar de engañar con ellos a
estos peces que los comen con naturalidad y franqueza, dejando de lado las
premisas y prudencias asimilados en días
anteriores, para caer fácilmente en la trampa que le tiende el pescador hábil
con su práctica y experiencia.
Las márgenes de los embalses se convierten en
verdaderos cementerios llenos de cadáveres de hormigas, cuando estos insectos
al volar e impulsados por el soplo del viento, caen a sus aguas y fallecen
ahogados, siendo arrastrados a las orillas por las corrientes. Es en estos
lugares donde se concentran la mayoría de peces, que deambulando de un lugar a
otro en busca de estos desafortunados seres, van recogiéndolos para engullirlos
con presteza y voracidad. Y, donde el pescador avispado, consigue aprovechar
esta gran actividad, para lograr engañar a unos peces incautos y confiados por
la abundancia.
Paco Redondo
Hno. de los anzuelos, Pacopescador:
ResponderEliminarEs maravilloso, como los ciclos naturales determinan nuestros ciclos de pescadores,...es que también somos partes del ecosistema.
Preciosas hormigas, muy tentadoras.
Un abrazo gigante y,...
Un afectuoso sapukay.-
Estimado amigo Leo: es un verdadero placer y un honor para mí tenerte por mi blog.
ResponderEliminarEs cierto que nos movemos con la tierra y con sus estaciones y en todas ellas le encontramos el placer de hacer lo que nos gusta y vivir en armonía con la naturaleza.
Muchas gracias por tu comentario y recibe un fuerte abrazo desde España.