Una excelente mañana para pescar pero con escasos resultados en la pesca de estos peces, que yo aún no conocía y que tuve y hubimos, los que asistimos, la gran suerte de conocer.
El lugar eran unas enormes charcas, de esas que se forman con la extracción de áridos y que posteriormente se llenan de agua y de peces.
Estos peces, normalmente se filtran a través de canales con acceso a los ríos cercanos, en este caso el río cercano es el Duero, de ahí la procedencia de esta especie en la citada charca.
Lo cierto fue que pasamos la mañana entretenidos lanzando nuestros señuelos al agua, a pesar de que con tanta claridad este animal es poco activo. Tuvimos alguna picada y pudimos conocer el habitante de aquel lugar.
Al que pudimos hacer esta y otras fotos.
Me sorprendió su tacto, áspero y con sensación de tener una lija por piel, pero la verdad es que me gustó mucho su fisonomía, sus aletas, su color plateado y sus dientes, que son algo así como los de los vampiros.
Volveremos seguro, pero controlaremos mejor el día para ver si obtenemos mejores resultados.
Gracias a Fran (dueño de la tienda de pesca "Ciprínidos") por habernos llevado hasta allí.
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